Insólita repatriación del oro alemán de EU

Insólita repatriación del oro alemán de EU


Alfredo Jalife-Rahme
Una semana después de la casi silenciosa nominación de Jacob Jack Joseph Lew a la relevante Secretaría del Tesoro de Estados Unidos (EU), el gobierno alemán anunció la repatriación de una porción modesta de sus lingotes de oro custodiados en la Reserva Federal (en su rama de Nueva York).
Resulta interesante la reseña biográfica del rotativo israelí Haaretz (10/1/13) sobre Jacob Lew: “judío del Bronx llega a Wall Street y a la Casa Blanca” con un pasado en una “aventura fallida en Citigroup (¡supersic!) que lo hizo millonario a expensas de los contribuyentes”. ¿La Secretaría del Tesoro de EU pasa de la férula previa de Goldman Sachs a la de Citigroup, que estuvo al borde del colapso? ¿Regresa al poder financiero de Wall Street el grupo del clintoniano Robert Rubin, correligionario de Jacob Lew?
No aduzco en absoluto que la repatriación del oro alemán haya tenido que ver con la nominación de Jacob Lew, ex alto funcionario de Citigroup, pero quizá haya contribuido en la evaluación sobre la intensificación de las políticas monetaristas hiperinflacionarias de EU, que de facto libra una “guerra de divisas” contra las principales monedas del orbe (v. gr. el euro y las divisas de los BRICS).
Jacob Lew en lugar de Tim Geithner presagia más de lo mismo, pero con formas disfrazadas al estilo coreográfico de Obama.
Desde el año pasado las autoridades alemanas han exigido auditar el monto de sus reservas áureas en Nueva York, debido al creciente escepticismo, causado por las trepidantes declaraciones del anterior candidato presidencial del Partido Republicano, el anterior congresista texano Ron Paul, quien puso en tela de juicio su existencia tangible (valga la tautología).
Alemania sigue así el ejemplo de Irán, Libia y Venezuela, quienes se adelantaron a repatriar sus reservas de oro.
El oro de Libia –si es que aún existe, aunque sea en papel contable– es ahora de vuelta custodiado por la OTAN, después de su intervención militar.
El Tribunal de Auditores de Alemania criticó el manejo del Bundesbank (su banco central) sobre su tenencia de oro en el extranjero que, “nunca ha sido verificado físicamente (¡supersic!)” y no se encuentra bajo control apropiado.
Jim Sinclair, connotado analista aurífero, consideró que la medida alemana constituye “el inicio del fin del dólar estadunidense como la divisa de reserva” (Financial Times, 16/1/13).
A mi juicio, más que la sepultura inevitable del dolarcentrismo –uno de los pilares de la hegemonía de EU (Bajo la Lupa, 16/1/13)–, el problema hoy radica en que no existe sucedáneo viable, cuando a duras penas el yuan chino abre su camino multipolar. Alemania representa la segunda reserva mundial de oro (11 por ciento: 177 mil 500 millones de dólares), detrás de EU (26 por ciento) y desde hace 30 años ha almacenado sus reservas áureas en Nueva York (mil 500 toneladas: 45 por ciento), Londres (445 toneladas: 13 por ciento) y París (374 toneladas: 11 por ciento). El resto de las 315 toneladas permanece en Francfort. De las mil 500 toneladas custodiadas en Nueva York, el Bundesbank importará la quinta parte: sólo 300 toneladas en un lapso de siete años. Llama la atención que el Bundesbank no toque, by the time being, sus reservas custodiadas en Londres, quizá para no exacerbar las tensiones cuando la City se ha consagrado a socavar al euro para evitar el desplome de la caduca libra esterlina.
La logística de repatriación es bastante complicada: engorrosa autentificación con rayos X, a prueba de atentados y/o hurtos celestiales, donde se pueden dar algunas sorpresas teledirigidas al estilo Goldfinger.
The Financial Times (16/1/13) estima que sólo para repatriar 300 toneladas de Nueva York, Alemania necesita 60 vuelos especiales. En sentido estricto, Alemania no “repatria” su oro que fue adquirido en las plazas de Nueva York, Londres y París con las ganancias de su superávit comercial, lo cual ilumina su proeza tecnoindustrial después de su derrota militar cuando no contaba más con reservas áureas.
Phoenix Capital Research (PCR, 1/16/13) expone el malestar de Alemania sobre las recientes medidas monetaristas de EU, que llevan como corolario el debilitamiento del dólar y el ulterior fortalecimiento del euro que redunda en las exportaciones de ambos países (beneficia a EU y daña a Alemania). Considera que la dramática medida alemana “tendrá severas consecuencias en el sistema financiero” que se sostiene debido a la “confianza entre los bancos centrales”. Pues sí: cuando el Bundesbank alemán pierde la confianza en la Reserva Federal de Nueva York significa que hay gato encerrado.
PCR pregunta en forma sarcástica:”¿Qué saben exactamente los centralbanquistas alemanes que no sepamos?”
Mohamed El-Erian, comandamás de Pimco –el mayor inversionista de bonos del mundo– explora el significado de la decisión alemana (Financial Times, 16/1/13). Sus explicaciones son muy defensivas: “Factores domésticos explican mayormente las motivaciones sobre la decisión inusual y muy visible de Alemania. (…) No tiene nada que ver con la seguridad de la Reserva Federal de EU, ni sobre el estado de las relaciones EU-Alemania” ni “las “crecientes tensiones entre Gran Bretaña y Alemania”. Aporta como prueba, poco persuasiva, la repatriación del oro alemán de las bóvedas parisinas, cuando las cantidades son notablemente desiguales.
Quizá las causales que desecha El-Erian se hallen justamente detrás de las motivaciones de la decisión alemana cuando ambos pertenecen a la eurozona. El-Erian admite que el mundo vive “crecientes tensiones económicas multilaterales” en medio de menciones pletóricas sobre la “guerra de divisas”. No elude que la decisión alemana comporte “riesgos internacionales”, pero prefiere quedarse en el confort de un “mínimo impacto sistémico”.
Un banquero mexicano, quien exigió anonimato, me comentó que la medida alemana es modesta y a siete años como “anuncio de lo que viene” cuando el proceso monetarista “llega a su fin con el retorno del oro por default”, mientras cunde la desconfianza entre los bancos centrales con la “deuda mundial girando en 350 por ciento del total del PIB mundial. Deuda totalmente impagable”.
¿Qué efecto tendrá la repatriación del oro alemán en la relación hoy inversamente proporcional entre la cotización del dólar y el euro que se han vuelto enemigos mortales en el seno de la OTAN? A mi juicio, no importa el monto ni su gradualismo, sino su gran significado geofinanciero con la notable deserción paulatina de Alemania del sistema financiero centralbanquista anglosajón.
No es poco: se trata del fin de la “era unipolar” dolarcéntrica y el comienzo de otra “era multipolar” de pluridivisas con cierto tipo de apuntalamiento con metales preciosos (oro, plata, platino y paladio), lo cual, a mi juicio, el “México eterno” debe aprovechar, cuando fenezca la agónica dictadura teológica del neoliberalismo itamita, con la instauración de reservas de plata (somos el primer productor del mundo), aunque el saqueo pirata anglosajón por la vía de Canadá no deje increíblemente nada por ahora. Nunca es demasiado tarde.

El Senado de EE.UU. aprueba in extremis el acuerdo sobre el abismo fiscal – RT


Las medidas aprobadas están destinadas a evitar las nuevas subidas de impuestos


Con 89 votos a favor y 8 en contra, el Senado de EE.UU. ha aprobado in extremis el acuerdo sobre el abismo fiscal. Todavía falta la votación en la Cámara de Representantes.
El paquete de medidas financieras que los líderes republicanos y demócratas lograron acordar en el último momento está destinado a evitar el denominado precipicio fiscal asociado a la entrada en vigor este 1 de enero de las nuevas subidas de impuestos y los recortes del gasto público. Este martes 1 de enero expiran automáticamente dos leyes sobre el presupuesto de EE.UU.: las exenciones fiscales aprobadas durante el gobierno de George W. Bush quedan canceladas, mientras que los gastos federales se reducen en 600.000 millones de dólares (o el 6% del PIB nacional).

El precipicio fiscal amenaza la situación económica del país que ya se encuentra en recesión. De hecho, la cancelación de las exenciones fiscales podría privar de empleo a un millón de personas. En otras palabras, de no evitarse el precipicio fiscal la tasa de desempleo podría aumentar en un 0,7% sobre el nivel actual del 8,3%, que no varía por  tercer año consecutivo.


Texto completo en: http://actualidad.rt.com/economia/view/82612-acuerdo-in-extremis-precipicio-fiscal-eeuu

LA CRISIS LLEGÓ A ALEMANIA


El turno de Alemania: miles de ciudadanos en el umbral de la pobreza

Miles de alemanes sufren las consecuencias de las medidas de austeridad



Miles de familias desahuciadas. Suicidios ante el temor de quedarse sin un techo. Ira popular desatada por el flagelo de los desalojos y vertida en las calles de toda España, que le costó la integridad a muchos de los que se enfrentaron a los policías durante las protestas.
Todo ello tiñó de negro prácticamente cada día del calendario 2012 en el país ibérico. No hubo solución para los desahucios, pese a las promesas rotas deMariano Rajoy y los esfuerzos del poder europeo. Sin embargo, al exigir mayor rigidez de los países del sur de Europa la principal institutriz de las medidas de austeridad, Angela Merkel, parece que ha olvidado echar un vistazo al estado de su propia economía.
Los financistas alemanes hacen un resumen de 2012 poco alentador. El impacto de la crisis en la economía germana, considerada como un patrón de referencia para toda la Unión Europea, ha dejado por debajo del umbral de la pobreza a un alarmante número de personas. Para entrar en este club, basta con ser víctima de los despidos masivos.
"Durante los años que usted estaba trabajando, empezó a demandar cosas: un buen apartamento, un coche, un seguro, créditos... Y de repente le despiden, pero usted quiere vivir como antes. No le basta la prestación por desempleo y usted acaba endeudado", dice el financista Hans Ulrich Fitz, de la agencia Creditreform.
Las calles alemanas están llenas de ejemplos. Angela Wolf es una de ellas, al entrar en su vivienda social en vísperas del nuevo año en vez de regalos les lleva a sus dos hijos una mala noticia: probablemente la ola de desahucios alcanzará su casa. Angela está desempleada y no tiene dinero para pagar el alquiler. A golpe de mazo, un juez la etiquetó de "insolvente".
"No vamos al cine, a ninguna parte. Siempre estamos en casa. Es difícil entenderlo para los niños. Ellos ven cómo viven sus compañeros, como van al mar en verano. Ni hablar de lo que puedo permitirme para mí misma", lamenta Angela.

Angela, estadounidense de nacimiento, abandonó su país natal y cruzó el Atlántico por amor. Hace 12 años que cambió el sueño americano por el sueño alemán, sin imaginarse que su vida se acercaría a un punto tan crítico: un divorcio, 40.000 euros de deudas, el celular bloqueado y muchas probabilidades de ser desahuciada.
"¿Trabajar? Me encantaría tener un trabajo. Aunque sea en una profesión diferente. Pero no puedo encontrar empleo sin titulación alemana y para recibirla, tienes que pagar. ¿Cómo lo voy a hacer?", concluye Angela Wolf.

Además de Angela, cerca de medio millón de alemanes reciben el año nuevo con los monederos vacíos y las esperanzas rotas. La mayor agencia financiera de Alemania publica anualmente el atlas de los endeudados del país. En el mapa marcan con color rojo las regiones en las que una de cada cinco familias se encuentra en el pozo de las deudas.
"Los alemanes tienen la tradición de ahorrar lo máximo posible para los días malos. Pero la diferencia entre la capa de la sociedad más rica y la más pobre se hace más y más visible", opina el financista Ulrich Fitz.
Si hay una profesión en esta época de crisis que goza de demanda en el mercado laboral, es la de los consultores de deudas. Agencias así se encuentran por todaAlemania ofreciendo consejos, pero no el dinero para pagar las deudas. Los más de 6 millones de alemanes calificados como "insolventes" por las agencias hacen pensar que el patrón de referencia para Europa ya está desgastado y en 2013 el continente tendría que dedicarse a buscar uno nuevo.


Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/82565-crisis-financiera-alcanza-alemania