Walter Veith, Encíclica FRATELLI TUTTI de Francisco, prepara el camino al Nuevo Orden Mundial





 

EE.UU rechazará su constitución e impondrá sus leyes: se transforma en un gobierno dictatorial

 “Cuando el protestantismo extienda la mano a través el abismo para asir la mano del poder romano, cuando se incline por encima del abismo para darse la mano con el espiritismo, cuando, bajo la influencia de esta triple unión, nuestro país repudie todo principio de su Constitución como gobierno protestante y republicano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el tiempo en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca. — Joyas de los Testimonios 2:151 (1885). EUD 113.7



La cita claramente dice: “Cuando nuestro país REPUDIE TODO PRINCIPIO DE SU CONSTITUCIÓN COMO GOBIERNO PROTESTANTE Y REPUBLICANO”. Es decir; cuando todas las libertades que la constitución de los Estados Unidos provee en la actualidad, como un país con un sistema de gobierno republicano sean derogadas, para dar paso a todos los engaños que promoverán el edicto dominical entonces sabremos que el fin esta cerca. En otras palabras; cuando Estados Unidos, haga un cambio de su actual constitución o una enmienda de ésta, para establecer otra que viole las libertades y derechos que hoy tienen sus ciudadanos.

¿Que significa un gobierno republicano?

Cuando la hermana White habla del gobierno republicano no se está refiriendo al partido republicano. Son dos cosas distintas!

Los cuernos representan reyes y reinos o gobiernos (Daniel 7:24 8:21). En este caso, representan los dos principios del gobierno de Estados Unidos de América: libertad civil y religiosa. A esta forma de gobierno también se le ha llamado “republicano” (un gobierno sin rey) y “Protestante” (una iglesia sin Papa).

La ausencia de coronas significa una forma republicana de gobierno, en lugar de monárquico. Cuernos como de cordero indica inocencia, juventud, forma no opresiva, amante de paz y una nación espiritual.

La República es una forma estándar de gobierno. Las personas tienen derechos y no se mantienen simplemente bajo una autoridad. Para asegurar los derechos de los ciudadanos se siguen las leyes planteadas en la constitución. Como en las repúblicas no hay monarcas, el Jefe de Estado recibe el titulo de Presidente. En la República hay igualdad en cuanto al trato legal de los ciudadanos, mientras que en la monarquía el trato puede ser determinado por el rango que se tenga. A diferencia de una monarquía, en una república el jefe de Estado es elegido democráticamente por el pueblo. En la monarquía el poder se recibe por herencia.

Estados Unidos desde que se fundó hasta la actualidad tiene un Sistema de gobierno republicano. Otras naciones desde tiempos antiguos han obligado a la gente a apoyar la religión del estado y han oprimido a los disidentes religiosos. Pero EU de América estableció en su Constitución: Libertad para adorar a Dios sin interferencia o control y con protección del gobierno.

Sin embargo, la profecía predice que EU rechazará estos principios de su constitución y aprobará leyes que obliguen a la gente a adorar y forzarán a que las obedezcan, bajo pena de muerte. Estas acciones son contrarias a la forma de su gobierno actual y son una copia o imagen de la combinación de iglesia-estado que el papado utilizó en la cumbre de su poder durante la Edad Media, cuando millones fueron ejecutados a causa de su fe. En los Estados Unidos de América se combinarán el poder civil y el protestantismo apóstata en una “unión” que apoyará al papado. Tratarán de influir sobre todas las naciones del mundo para que sigan su ejemplo. Entonces, el papado recibirá un apoyo mundial.

¿Cual ha sido el secreto de poder y prosperidad de los EU?

“El republicanismo y el protestantismo vinieron a ser los principios fundamentales de la nación. Estos principios son el secreto de su poder y de su prosperidad. Los oprimidos y pisoteados de toda la cristiandad se han dirigido a este país con afán y esperanza. Millones han fondeado en sus playas, y los Estados Unidos han llegado a ocupar un puesto entre las naciones más poderosas de la tierra.”
El conflicto de los siglos, pp. 486–503.

Es decir, si el secreto de su poder y prosperidad han sido el republicanismo y el protestantismo, el fracaso de la nación será lo opuesto.

Se ha demostrado que las naciones protestantes son ricas y las católicas pobres. El protestantismo genera libertad y prosperidad, ejemplo de esto son los Estados Unidos, la nación más poderosa de la tierra.

¿Que sucederá cuando los Estados Unidos renuncien al protestantismo y a su Sistema de gobierno republicano? Ruina Nacional!

“El pueblo de los Estados Unidos ha sido un pueblo favorecido, pero cuando restrinjan la libertad religiosa, renuncien al protestantismo y apoyen al papado, la medida de su culpa se habrá completado y en los libros del cielo se registrará: “Apostasía nacional”. -RH Mayo 2, 1893.

La apostasia nacional es la ley dominical. A la Apostasía nacional seguirá la Ruina Nacional

“Cuando nuestra nación promulgue leyes en sus concilios legislativos para comprometer la conciencia de los hombres en cuanto a sus privilegios religiosos, imponiendo la observancia del domingo y usando un poder opresivo contra los que guardan el día de reposo del séptimo día, la ley de Dios será sin duda invalidada en nuestro país; y a la apostasía nacional seguirá la ruina de la nación”.-7CBA 988 (1888).

“En el tiempo cuando la apostasía sea nacional, cuando los dirigentes del país, obrando de acuerdo con el plan de acción satánico, se alisten junto al hombre de pecado, entonces se colmará la medida de la culpa; la apostasía nacional es la señal para que ocurra la ruina nacional.” -2MS 428 (1891).

“El Estado pondrá bajo su cuidado y protección los principios católicos romanos. A esta apostasía nacional le seguirá rápidamente la ruina nacional.-RH Junio 15, 1897. “Cuando las iglesias protestantes se unan con el poder secular para sostener una falsa religión, a la cual se opusieron sus antepasados soportando la más terrible persecución, entonces el día de descanso papal será hecho obligatorio por la autoridad combinada de la Iglesia y el Estado. Habrá una apostasía nacional que determinará tan sólo la ruina nacional.” -Ev 174 (1899).

“Cuando el Estado haga uso de su poder para poner en vigor los decretos y sostener las instituciones de la iglesia, entonces la protestante Norteamérica habrá formado una imagen del papado y habrá una apostasía nacional que sólo concluirá en la ruina nacional.” -7CBA 987 (1910).

“El Estado pondrá bajo su cuidado y protección los principios católicos romanos. A estaapostasía nacional le seguirá rápidamente la ruina nacional.”
RH Junio 15, 1897.

En conclusión:

1. Ninguna de las citas del espíritu de profecía específica que la ley dominical se dará bajo un partido en particular. Cuando la hermana White habla de un gobierno republicano no necesariamente se esta refiriéndo al partido republicano. Si algo caracteriza al partido republicano es que son fieles y muy celosos a la Constitución, se denominan conservadores de tendencia de derecha. Por otro lado, el partido demócrata es considerado liberal, de tendencia de izquierda, defienden el aborto y los derechos de homosexuales… Sin embargo, la ley dominical podría implementarse estando en el poder cualquiera de los dos partidos.

2. Estados Unidos rechazará el gobierno republicano que significa (un gobierno sin rey) y “Protestante” (una iglesia sin Papa).

3. Cuando EU repudie al protestantismo y al republicanismo sabremos que el fin está cerca.

4. El secreto del poder y prosperidad de los Estados Unidos ha sido el republicanismo y el protestantismo.

5. Cuando Estados Unidos renuncie al protestantismo y apoyen al papado= Apostasía nacional”. La apostasia nacional es la ley dominical. A la Apostasía nacional seguirá la Ruina Nacional.

Fuente Ley Dominical.

Se viene el Gran Reseteo

 EL GRAN RESET DE VUELTA A CASA


 Es posible una mejor economía.  Pero necesitamos reimaginar el capitalismo para hacerlo

Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial.

Khalil Masraawi — AFP /POR KLAUS SCHWAB


 22 DE OCTUBRE DE 2020 8:31 AM EDT


 En los meses inmediatos que siguieron al estallido de la pandemia de COVID-19, el mundo tal como lo conocíamos se puso patas arriba.  Como la mayoría de la gente, me veía obligado a observar la situación desde el interior de mi casa y las oficinas vacías del Foro Económico Mundial, y confiaba en las videollamadas para saber cómo estaban los demás.


 Desde aquellos primeros momentos de la crisis, ha sido difícil ser optimista sobre la perspectiva de un futuro mundial más brillante.  La única ventaja inmediata, quizás, fue la caída de las emisiones de gases de efecto invernadero, que trajo un alivio leve y temporal a la atmósfera del planeta.  No debería haber sido una sorpresa que muchos comenzaran a preguntarse: ¿Los gobiernos, las empresas y otras partes interesadas influyentes realmente cambiarán sus formas para mejorar después de esto, o volveremos a la normalidad?


 Al mirar los titulares de las noticias sobre despidos, quiebras y los muchos errores cometidos en la respuesta de emergencia a esta crisis, cualquiera puede haberse inclinado a dar una respuesta pesimista.  De hecho, las malas noticias relacionadas con COVID-19 se sumaron a los enormes desafíos económicos, ambientales, sociales y políticos que ya estábamos enfrentando antes de la pandemia.  Con cada año que pasa, estos problemas, como muchas personas han experimentado directamente, parecen empeorar, no mejorar.


 También es cierto que no hay formas fáciles de salir de este círculo vicioso, aunque los mecanismos para hacerlo están al alcance de la mano.  Todos los días, inventamos nuevas tecnologías que podrían mejorar nuestra vida y la salud del planeta.  Los mercados libres, el comercio y la competencia crean tanta riqueza que, en teoría, podrían mejorar la situación de todos si existiera la voluntad de hacerlo.  Pero esa no es la realidad en la que vivimos hoy.


 Los avances tecnológicos a menudo tienen lugar en una economía monopolizada y se utilizan para priorizar las ganancias de una empresa sobre el progreso social.  El mismo sistema económico que creó tanta prosperidad en la edad de oro del capitalismo estadounidense en las décadas de 1950 y 1960 ahora está creando desigualdad y cambio climático.  Y el mismo sistema político que permitió nuestro progreso global y democracia después de la Segunda Guerra Mundial ahora contribuye a la discordia y el descontento social.  Cada uno fue bien intencionado pero tuvo consecuencias negativas no deseadas.


 Sin embargo, existen razones para creer que es posible un mejor sistema económico y que podría estar a la vuelta de la esquina.  A medida que retrocedía el impacto inicial de la crisis de COVID, vimos un destello de lo que es posible cuando las partes interesadas actúan por el bien público y el bienestar de todos, en lugar de solo unos pocos.


 Pocos meses después de que comenzara la pandemia, se comenzó a trabajar en más de 200 posibles vacunas contra el SARS-CoV-2.  Muchos de ellos fueron el resultado de una colaboración multinacional que involucró tanto al sector público como al privado, como la colaboración de AstraZeneca con la Universidad de Oxford en el Reino Unido. Empresas como Unilever se acercaron a la Plataforma de Acción COVID del Foro Económico Mundial con ofertas para suministrar productos de higiene, ventiladores o simplemente ayuda logística.  También hubo una fuerte cooperación entre los gobiernos y las empresas, para asegurar los fondos necesarios para el desarrollo y distribución de vacunas.


 De cara al futuro, esos instintos virtuosos pueden convertirse en una característica de nuestros sistemas económicos y no en una rara excepción.  En lugar de perseguir ganancias a corto plazo o intereses personales estrechos, las empresas podrían perseguir el bienestar de todas las personas y del planeta entero.  Esto no requiere un giro de 180 grados: las corporaciones no tienen que dejar de buscar ganancias para sus accionistas.  Solo necesitan cambiar a una perspectiva a más largo plazo sobre su organización y su misión, mirando más allá del próximo trimestre o año fiscal a la próxima década y generación.  Algunos ya lo están haciendo.


 Maersk, un gigante naviero danés, por ejemplo, se deshizo de sus divisiones de petróleo y gas y se centra en ofrecer soluciones de transporte sostenibles.  En reacción a la creciente presión de los activistas climáticos y las generaciones más jóvenes, BlackRock pidió a los directores ejecutivos de las empresas en las que invirtió que persiguieran de manera más explícita objetivos ambientales, sociales y de gobernanza.  Estas decisiones pueden dañar las ganancias a corto plazo para sí mismo como accionista, pero maximizan los rendimientos a largo plazo en un mundo donde la gente se rebela cada vez más contra un sistema que perciben como injusto.


 Construir un sistema económico tan virtuoso no es un ideal utópico.  La mayoría de las personas, incluidos los líderes empresariales, los inversores y los líderes comunitarios, tienen una actitud similar sobre su papel en el mundo y la vida de los demás.  La mayoría de la gente quiere hacer el bien y cree que hacerlo beneficiará a todos, incluidos los accionistas de la empresa.  Pero lo que ha faltado en las últimas décadas es una brújula clara para guiar a quienes ocupan posiciones de liderazgo en nuestra sociedad y economía.


 Durante los últimos 30 a 50 años, la ideología neoliberalista ha prevalecido cada vez más en gran parte del mundo.  Este enfoque se centra en la noción de que el mercado sabe mejor, que “el negocio de los negocios es un negocio” y que el gobierno debe abstenerse de establecer reglas claras para el funcionamiento de los mercados.  Esas creencias dogmáticas se han equivocado.  Pero, afortunadamente, no estamos destinados a seguirlos.


 En septiembre, mi convicción de que es posible un sistema capitalista más virtuoso fue reafirmada por una iniciativa del Consejo de Negocios Internacionales del foro liderado por Brian Moynihan de Bank of America.  Publicaron las Métricas de capitalismo de las partes interesadas: métricas y divulgaciones no financieras que se agregarán (de forma voluntaria) a los informes anuales de las empresas en los próximos dos o tres años, lo que permitirá medir su progreso a lo largo del tiempo.


 Hacerlo requiere responder preguntas como: ¿Cuál es la brecha salarial de género en la empresa X?  ¿Cuántas personas de diversos orígenes fueron contratadas y promovidas?  ¿Qué progreso ha logrado la empresa para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero?  ¿Cuánto pagó la empresa en impuestos a nivel mundial y por jurisdicción?  ¿Y qué hizo la empresa para contratar y formar empleados?


 La idea inicial de que las empresas deberían intentar optimizar para algo más que ganancias a corto plazo surgió alrededor de 2016 de un puñado de líderes empresariales que querían que el sector privado desempeñara un papel en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.  Individuos como Moynihan, Frans van Houten de Philips e Indra Nooyi, entonces en PepsiCo, reclutaron a muchos de sus pares en este compromiso.


 En los años siguientes, la presión de los movimientos de justicia social y climática como Fridays for Future (inspirado en Greta Thunberg), #MeToo y Black Lives Matter se sumó a la sensación de urgencia.  Las empresas tenían que hacer más que hacer una promesa bien intencionada pero vaga.  Para el verano de 2019, Moynihan y otros propusieron la idea de crear una herramienta para medirse a sí mismos.  Para el otoño, el trabajo estaba en marcha y las cuatro grandes firmas consultoras —Deloitte, EY, KPMG y PwC— firmaron para definir las métricas.


 Para enero de 2020, un primer borrador de consulta de las métricas estaba listo y fue recibido con entusiasmo.  Entonces ocurrió el desastre del COVID-19.  ¿Sobreviviría el proyecto a esta crisis global?  Y, en términos más generales, ¿moriría toda la idea del capitalismo de las partes interesadas en la crisis de COVID?  El concepto había sido adoptado por la US Business Roundtable —un importante grupo de presión de empresas estadounidenses con sede en Washington— apenas unos meses antes.  Ahora, se temía, que el incipiente compromiso con el capitalismo de las partes interesadas podría dar paso a un enfoque más realista en las empresas: ahorrar lo que pueda, incluso si eso significa despedir empleados o cortar proveedores.


 Pero en todo caso, aumentó el entusiasmo de las empresas que trabajaban en el proyecto.  “Había una sensación de que esto era realmente importante, especialmente en la crisis”, dijo Maha Eltobgy, quien encabezó la iniciativa del Foro Económico Mundial.  En el otoño de 2020, las métricas se finalizaron y se publicaron.


 Por supuesto, estamos lejos de nuestro objetivo de lograr un mejor sistema económico mundial para todos.  Las métricas de capitalismo de las partes interesadas son solo una de las muchas iniciativas que se necesitan para llegar a ese resultado, y el tiempo se acaba rápidamente.  Pero en un mundo donde el pesimismo está cada vez más a la orden del día, y el interés propio estrecho y a corto plazo sigue siendo atractivo, iniciativas como estas demuestran que es posible un modelo más inclusivo y sostenible.  Depende de nosotros replicar y seguir ese enfoque.  Cuando eso suceda, aquellos que sigan el camino del capitalismo de las partes interesadas pronto encontrarán que conduce a una economía más inclusiva y sostenible para todos.


 Este ensayo fue adaptado de su libro Stakeholder Capitalism, que Wiley publicará en los Estados Unidos en enero de 2021.