Obama negocia desviar 135.300 millones del fondo de rescate bancario a políticas de empleo



El Tesoro recorta el coste del plan ante la mejora de Wall Street, que está llevando a los bancos a devolver las ayudas antes de lo previsto
ELPAÍS.com - Madrid - 07/12/2009


La administración de Barack Obama está planeando recortar el plan de rescate bancario en 200.000 millones de dólares (135.300 millones de euros) ante la mejora de Wall Street, y destinar estos excedentes a un nuevo programa para reactivar el empleo. Además, según informa The Wall Street Journal, la Administración está negociando con los líderes del Congreso utilizar el dinero no gastado de los 700.000 millones de dólares (473.300 millones de euros) con los que fue creado el fondo a pagar la factura del paro.

Según los nuevos cálculos del Tesoro estadounidense, el programa de rescate diseñado para garantizar los activos de las entidades y conocido como Troubled Asset Relief Program (TARP) costará durante los próximos 10 años un máximo de 141.000 millones de dólares (95.300 millones de euros). El pasado agosto, la Administración fijaba este tope en 341.000 millones de dólares (230.580 millones de euros).

La causa de este recorte está en el hecho de que los bancos más grandes del país, que son al mismo tiempo los que más dinero han recibido por parte de este fondo, están devolviendo antes de lo previsto las ayudas; al mismo tiempo que la mejoría de los mercados bursátiles ha reducido la factura de los programas de refuerzo del sector financiero.

Hasta la fecha, los bancos han devuelto al Tesoro 70.000 millones de dólares (47.280 millones de euros), a los que habrá que sumar los 45.000 millones de dólares (30.400 millones de euros) comprometidos por Bank of America, que debe hacer efectivo el reingreso a lo largo de esta semana. Para final de año, la Casa Blanca confía en haber recuperado 175.000 millones de dólares (118.200 millones de euros) de los 204.000 millones de dólares (138.000 millones de euros) que ha inyectado en 690 entidades para aliviar el impacto de la crisis en sus activos. Al mismo tiempo, el Tesoro ha sacado una rentabilidad de este capital de más de 10.000 millones de dólares (6.750 millones de euros) en intereses y dividendos.

La duda de Obama está ahora en negociar cuál sería el destino ideal de estos fondos, una vez que ya se han incorporado a las previsiones de déficit de este año, que aumentará con fuerza hasta los 1,4 billones de dólares. La Casa Blanca se debate en las últimas semanas en centrar su atención en la necesidad de reducir el déficit público, o luchar contra el creciente paro, aunque el positivo dato de noviembre alivia la presión sobre este segundo asunto.


Silicon Valley vuelve al punto de mira de Wall Street
Silicon Valley vuelve a estar en el punto de mira de Wall Street, y las empresas de tecnología privada están comenzando a salir de nuevo a bolsa tras dos años de sequía después de que el mercado haya comenzado a mostrar su interés por este tipo de compañías, según publica Financial Times. Según los analistas consultados, el éxito de algunas compañías del sector como Facebook, entre otras, podría hacer revivir la eclosión de los noventa. Sin embargo, otros expertos advierten de que la mayoría de las empresas que han dirigido su mirada hacia Wall Street nunca conseguirán sus objetivos y se verán forzadas a ser adquiridas por una compañía mayor.

En las dos mayores operaciones de venta de compañías privadas de Internet de los últimos meses, AdMob, la red líder de publicidad en teléfonos móviles, fue comprada por 750 millones de dólares y Zappos, el minorista online, fue adquirido por Amazon por 850 millones de dólares, "la mayor oferta pública de venta del año" según el fundador la compañía de capital privado de Riverwood Capital, Chris Varelas.

Las esperanzas de una recuperación del sector se han visto animadas por el fuerte repunte de las acciones tecnológicas desde la pasada primavera, así como por el aumento vertiginoso del número de grandes y rentables empresas de Silicon Valley, muchas de las cuales se han visto obligadas a "quedarse en el banquillo" durante la sequía de ofertas públicas de venta. En los últimos meses, el número de compañías que comunicaron su intención de salir a bolsa a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos ascendió hasta 31, la cifra más alta desde antes de que se iniciara la crisis financiera.