G20: HAY RIESGO DE UNA NUEVA CRISIS


EFE - París - 30/03/2010



Los países que han presidido o van a presidir el G-20 piden a los líderes de este grupo que reafirmen sus compromisos en las cumbres previstas en junio y noviembre porque la recuperación económica "sigue siendo frágil".







"Es vital (...) que sigamos trabajando en nuestros objetivos comunes", escriben en una carta al resto de miembros del G20 -principales economías del mundo- los líderes de Reino Unido, Gordon Brown, Estados Unidos, Barack Obama, Francia, Nicolas Sarkozy, Canadá, Stephen Harper y Corea del Sur, Lee Myung-Bak.

Estos cinco mandatarios, en una carta fechada el pasado día 25 y divulgada hoy por el Elíseo, insistieron en que "las tensiones actuales ilustran los riesgos que persisten para la economía mundial y la estabilidad financiera" y que por eso "el primer objetivo es recuperar un crecimiento sostenible y creador de empleos".

"Sin un acción coordinada para hacer los ajustes necesarios, persiste el riesgo de un crecimiento débil y de una nueva crisis", advierten, tras recordar los compromisos contraídos en la última cumbre del G-20 en Estados Unidos y los desafíos marcados para los próximos encuentros en Toronto, en junio, y en noviembre en Seúl.

Señalan que aunque la confianza en el sistema financiero se ha restablecido, "nos queda trabajo por hacer para restablecer la solidez del balance de ciertos bancos internacionales y evitar que el sistema sea vulnerable pero que sea capaz de financiar las necesidades vinculadas a la recuperación económica".

Las cinco presidencias del G-20 detallan una serie de objetivos, empezando por el reforzamiento de las reglas internacionales sobre capital y liquidez de los bancos, que deberían aplicarse en cada país de aquí a finales de 2012. También aluden a reforzar las infraestructuras de los mercados financieros con nuevos mecanismos de compensación que reduzcan los riesgos de contagio.

Los cinco mandatarios reafirman la conveniencia de "enmarcar juntos las políticas de remuneración que alientan la asunción de riesgos excesivos a corto plazo" en los mercados y la creación de "un marco para tratar los casos de las entidades financieras" cuya quiebra generaría un riesgo sistémico.

Se pronuncian porque el G-20 "vaya más allá de las simples posiciones de principio" sobre la liberalización del comercio y contra el proteccionismo, lo que debería traducirse en "determinar si podemos alcanzar un nivel de ambición más elevado para hacer posible" un acuerdo en la ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

"Es hora de que los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 reafirmen su compromiso en favor de los objetivos de reformas ambiciosas en los que nos hemos puesto de acuerdo", señalan.

Los cinco firmantes subrayan que un acuerdo no es más que un principio y que "los desafíos a los que hacemos frente, son importantes, pero el beneficio que obtendremos de nuestros éxitos será mayor todavía".