FONDO DE RESCATE EUROPEO SE ATASCA

A. MISSÉ / S. POZZI - Bruselas / Nueva York - 19/05/2010


El Fondo de rescate europeo aprobado el pasado 9 de mayo por los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete en Bruselas y que debe movilizar unos 750.000 millones de euros para proteger a los países más débiles del euro, se encuentra atascado, tanto en la propia Unión Europea como en Estados Unidos.

De estos recursos, 60.000 millones de euros son aportados por la Comisión, 250.000 por el FMI y 440.000 a través de una emisión con garantía de los Estados miembros. En esta última parte es donde surgió el problema en el Eurogrupo del pasado lunes en Bruselas.

En la noche de ese día los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro fueron incapaces de alcanzar un acuerdo sobre la manera de poner en marcha la parte más importante de rescate, 440.000 millones de euros, que debe estar garantizada por los Estados Miembros mediante un acuerdo intergubernamental.

Ese dinero se obtendría a través de una sociedad constituida expresamente para este fin (vehículo especial) y que recaudaría capital de los mercados a través de emisiones de eurobonos, prestando los recursos obtenidos a los países que los necesitasen. El objetivo es ofrecer a estos países financiación mucho más barata que la que en la actualidad obtienen en el mercado.

El problema surgió en la manera de operar las garantías de los Estados. Alemania y otros países exigen que cada vez que se conceda una ayuda deberá alcanzarse un acuerdo sobre las garantías entre los participantes. La mayoría de países, sin embargo, desean un único acuerdo inicial, que valga para todos los casos y no se tenga que repetir el proceso de decisión. Para resolver la discrepancia se ha convocado un nuevo Eurogrupo para el próximo viernes, 21 de mayo.

Por otra parte, el conocido como "TARP europeo", en referencia al fondo creado tras la quiebra de Lehman Brothers, está generando un intenso debate en EE UU. En este contexto, el Senado adoptó por unanimidad una enmienda para impedir que el dinero del contribuyente se utilice de forma indiscriminada para ayudar a países fiscalmente vulnerables.

La iniciativa del republicano John Cornyn va incluida en el paquete de reforma financiera, que se aprobará al final de esta semana. En síntesis, forzará al Tesoro a certificar que los préstamos canalizados a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) serán devueltos por el país el receptor. Si no se cumple esa condición, el representante en el organismo deberá oponerse. La legislación podría representar un obstáculo en la eventualidad de que el FMI tuviera que movilizar fondos hacia otros países en apuros.