ASEGURADORA AMBAC QUIEBRA

Fuente: Daniel Schnettler (dpa)
09/11/2010

Nueva York, (dpa) - La crisis financiera no ha terminado. Primero cayó un nuevo banco regional estadounidense. Y ya suman 143, un nuevo record. Y por si fuera poco, una relevante aseguradora tuvo que decretar la quiebra.
Ambac Financial se declaró insolvente en la noche del lunes. La empresa no consiguió el dinero necesario para pagar los intereses de sus créditos. La aseguradora debe 1.600 millones de dólares (1.1053 millones de euros) a sus principales acreedores.
En realidad, Ambac debería haber sido el ángel de la guarda de los especuladores de todo el mundo. La aseguradora de prestamos respondía por los bonos hipotecarios que los inversores adquirieron sin freno durante los años del boom inmobiliario estadounidense. Era un negocio magnífico, siempre que los propietarios de las casa pagasen los intereses de sus créditos puntualmente.
Pero a mediados de 2007 se hundió el mercado inmobiliario estadounidense: los precios cayeron, los intereses subieron y los propietarios comenzaron a deber sus intereses.

Sobre Ambac se avecinó una avalancha. Cada vez más inversores querían que Ambac costease sus pérdidas pero la aseguradora no pudo hacerse cargo. La red de seguridad del sector financiero quebró y no hizo más que avivar el miedo de los ya de por sí inseguros mercados.
Entretanto, la situación del mercado inmobiliario estadounidense se recupera, pero lentamente. Con un 9,6 por ciento, la cuota de desempleo de Estados Unidos se mantiene elevada y las insolvencias alcanzaron un récord en verano. Además, uno de cada diez propietarios inmobiliarios está atrasado en el pago de sus intereses.
Y mientras Washinton protege del colapso a los grandes bancos con ayudas millonarias, las entidades regionales se desploman. El First Vietnamese American Bank fue la víctima número 143 de la crisis financiera este año. Un nuevo récord, ya que en 2009 "solo" quebraron 140 bancos.

Pero mientras que el First Vietnamese American Bank echó el cierre el fin de semana, Ambac aún tiene una posibilidad de sobrevivir. Los negocios vuelven a funcionar bajo la supervisión gubernamental y ahora la insolvencia le protege de las demandas de sus acreedores, con quienes Ambac quiere negociar un plan de saneamiento.
El tesoro de Ambac son sus pérdidas operativas, que según la aseguradora se elevan a 7.000 millones de dólares, y le librarán de pagar impuestos durante años. Su nombre, sin embargo, quedará empañado eternamente en el mundo de los negocios de seguros.
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