El repunte del precio de los alimentos abre la puerta al riesgo de otra crisis

El precio mundial de los alimentos registró en julio la mayor subida desde 2009, lo que abre la puerta a una nueva hambruna como la que ya sufrió el Cuerno de África el año pasado y, además, ejerce presión sobre la inflación en un momento en el que se teme que la economía mundial vuelva a recaer. La sequía en Estados Unidos, los problemas de producción de Rusia y las lluvias fuera de temporada en Brasil se han traducido en un incremento de los precios del 6% en julio respecto al mes anterior, sobre todo de los cereales, según los datos de la agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La hambruna que el año pasado acabó con la vida de más de 50.000 personas en el Cuerno de África fue la primera del siglo XXI, pero podría no ser la última. El encarecimiento de los alimentos abre la puerta a una nueva crisis, puesto que todo apunta a que los precios seguirán subiendo por los daños causados por las sequías y las elevadas temperaturas. “Todavía es temprano para afirmar que nos enfrentamos a la misma crisis de 2008 o 2011”, destaca la experta de la FAO Concepción Calpe en conversación telefónica, “pero hay un peligro: estamos viviendo un año difícil; ya en 2011 tuvimos malas cosechas en todo el mundo y los países tuvieron que utilizar parte de sus reservas alimentarias”. No es la única amenaza. El incremento de los precios es un elemento de presión al alza de la inflación en un momento en el que es conveniente mantener los tipos de interés bajos para impulsar una economía mundial que amenaza con echar el freno. Países como Brasil y Turquía ya han registrado repuntes de la inflación en julio por la escalada de precio de los alimentos. Además, si las familias tienen que gastar más para comprar un bien esencial como el pan, destinarán menos dinero a otros productos. Oxfam, en alerta por 1.000 millones de personas La ONG Oxfam alerta de que la subida del precio de los alimentos puede poner en peligro la seguridad alimentaria de alrededor de 1.000 millones de habitantes de países que no son capaces de autoabastecerse. "Las crisis alimentarias están destinadas a repetirse hasta que los líderes mundiales encuentren el valor para solucionar estos problemas", destaca la organización en un comunicado. El encarecimiento de estos bienes pasará factura a los países más pobres, según la ONG, que se verán obligados a pagar precios más altos para la importación. La situación de Yemen es particularmente grave, puesto que el país importa el 90% del trigo y 10 millones de personas sufren el hambre, incluyendo a 267.000 niños en riesgo de muerte por malnutrición. Oxfam aboga también por moderar la producción de bioetanol, un combustible que absorbe el 40% de las reservas de trigo en EE UU. En lo que va de año, el incremento de la cotización de los alimentos y la sequía han afectado a más de 18 millones de personas en el Sahel. La ONG calcula que para erradicar el hambre en esta región se necesitan 7.830 millones de dólares, pero la crisis económica mundial ha causado una fuerte caída de la donaciones internacionales. El dato publicado este jueves por la FAO, sin embargo, se mantiene por debajo de los niveles máximos alcanzados en 2011. El repunte de julio se debe, sobre todo, al encarecimiento de cereales (17%) y azúcar (12%). Carne y productos lácteos, en cambio, apenas sufrieron cambios. La sequía en EE UU ha deteriorado las perspectivas de los cultivos de maíz, lo que hizo subir el precio casi un 23% en julio. Mientras el arroz se mantuvo estable en julio, las cotizaciones del trigo subieron un 19%. Entre 2007 y 2008, el insostenible incremento del precio de los combustibles —el petróleo estaba a 145 dólares, frente a los actuales 100—, el mayor uso de bioetanol, condiciones meteorológicas adversas y políticas restrictivas llevaron a un fuerte repunte del coste de los alimentos. Pese a que sus precios se situaran por debajo de los niveles registrados en julio de este año, el alza de la cotización de los bienes básicos desembocó en violentas protestas en las calles de Haití, Egipto y Camerún, entre otros países. La experta de la FAO alerta del peligro que podría derivar de los resultados de la producción agrícola en algunos de los mayores responsables del suministro de alimentos en el mundo: “En EE UU la cosecha ha sido muy inferior a las expectativas; podría salvarse la soja, pero ya es demasiado tarde para el maíz”. Las altas temperaturas en la mayor economía del mundo —julio fue el mes más caluroso desde que se empezó a recoger estos datos en 1895— llevaron los precios del trigo y de la soja a alcanzar un récord el mes pasado. Argentina y Rusia también han reducido su producción de bienes básicos, lo que da pie a especulaciones sobre una posible restricción de las exportaciones por parte de Moscú. Las excepciones son muy raras. “Esperemos que Brasil pueda recuperar algo”, añade Calpe.

¿Podría el proyecto "El Conflicto de los Siglos” dañar al adventismo?

En 1980, yo era el Director de Ministerios de la Iglesia de la Conferencia de Quebec. Estaba solo en la oficina cuando sonó el teléfono. Me asusté al instante por el tono de la voz al otro lado de la línea. Un hombre enojado se lanzó al ataque: "¿Es esta la sede de la Iglesia Adventista del Séptimo Día?" Le pregunté quién era. "Yo soy el comisario de policía de Montreal." Un poco agotado, le pregunté la razón de su llamada y enojo evidente. "Hemos recibido numerosas quejas sobre un libro titulado El conflicto de los siglosque se está colocando en los buzones en los "barrios de ricos" de la ciudad. Después de algunas investigaciones hemos identificado a su iglesia como el editor y distribuidor. Un rápido examen ha demostrado claramente que el libro es muy anticatólico y por lo tanto cae en la categoría de "literatura de odio", porque su contenido puede crear odio entre las comunidades”. Luego citó un artículo de la ley que prohíbe tal acción y mencionó la fuerte multa que se imponía por la distribución de material que ataca a otra iglesia. Mi mente se nubló por un momento, luego le explique que la iglesia no suele hacer la distribución masiva de libros, sólo folletos cortos que resumen lo que somos y lo que creemos. Añadí, que era muy posible que algunas personas pudieran estar actuando por su cuenta y que averiguaríamos de quién se trataba y trataríamos de detener tal acción. Él cedió y aceptó no seguir adelante con la amenaza. Más tarde reporté el incidente al presidente de la asociación, que rápidamente se enteró de que un miembro de la iglesia de otra conferencia había donado $20.000 dólares a algunos miembros locales con el propósito de comprar y distribuir el libro. Seleccionaron la parte rica de Montreal. La acción enfureció a los vecinos que también tenían un largo historial de quejas a la policía sobre miembros de la iglesia adventista que el sábado por la mañana causaban un poco de inconvenientes porque se estacionaban en cualquier lugar que podían debido a la falta de espacios de estacionamiento. Por supuesto, los dos incidentes no estaban relacionados, pero en conjunto habían agravado la hostilidad de la comunidad. La parte más triste fue la reacción de los que habían iniciado la "evangelización" distribuyendo el libro. Molestos cuando la conferencia les pidió que dejaran de distribuirlos, acusaron a los dirigentes de cobardía, apostasía, y ceder a la presión ejercida por los "agentes del catolicismo que se han infiltrado en la iglesia." El incidente me ha enseñado lo difícil que es explicar a determinados creyentes que no todas las medidas son bíblicamente oportunas o sabias. En vez de eso, se consolaron en su entendimiento de que la buena gente siempre va a ser perseguidos, aun por su propia iglesia a veces. Creo que la acción de la conferencia fue fundamental en la protección de la Iglesia Adventista de lo que podría haber sido una acción judicial muy desagradable (todos sabemos el apetito desenfrenado de la prensa por estos hechos). Por lo tanto, estaba con temor cuando me enteré del plan de la Asociación General para distribuir libremente el conflicto de los siglos a gran escala. Creo que el libro fue inspirado y sé que Ellen G. White escribió que el libro debe ser colocado en todos los hogares, pero me pregunto si hacerlo en este momento de la historia es inteligente. ¿Acaso no escribió el apóstol Pablo que no debemos menospreciar las profecías, sino examinarlo todo y quedarnos con lo bueno? Si así lo hacemos, nos permitirá evitar todo tipo de mal (1 Tesalonicenses 5:21). No tratar a los escritos de los profetas con desprecio es probarlas en cuanto al tiempo apropiado y relevancia,lo que nos ayudará a evitar el uso de ellas en formas que no son buenas. Escrito en los Estados Unidos en el siglo XIX, El conflicto de los siglostuvo un gran impacto porque Estados Unidos era un país protestante y cualquier escrito que se expresara en tonos oscuros sobre los hechos de la Iglesia Católica estaba destinado a ser muy popular. Algunas de las palabras que Ellen G. White usó para describir al Papa y a los prelados de Roma son muy duras, pero los contextos político, social y religioso lo hicieron comprensible y facilitó la difusión del libro. Hoy en día, cualquier publicación que se atreve a utilizar un enfoque similar es rápidamente tachada de literatura de odio. Condenamos de manera similar el lenguaje anticatólico utilizado por la supremacía blanca en sus manifestaciones, ¿No debemos tener cuidado para no ser percibidos como haciendo lo mismo? En 1988, me convertí en el pastor de la iglesia de Ottawa. Después de mi primer sermón, estaba de pie en el vestíbulo para saludar a los miembros mientras salían. Una señora de aspecto distinguido se presentó y me dijo que después de haber sido católica carismática por muchos años, recientemente había sido bautizada en la iglesia. Me informó que había sido duramente criticada por su familia y amigos, pero había mantenido la relación con ellos. Luego me invitó a reunirme con ellos y dispuesto acepté visitarlos la semana siguiente. Cuando llegué, la señora me saludó pero las otras diez personas en la habitación permanecieron retiradas. Apenas había tenido tiempo de tomar mi asiento cuando para mi sorpresa la anfitriona me pidió justificar la publicación de El conflicto de los siglos, que dijo, casi le había impedido formar parte de nuestra iglesia. Algunos adventistas con buenas intenciones se lo habían dado. Ella explicó que había encontrado duras declaraciones del autor en contra de su iglesia, la cual, agregó, siempre había estado allí para ella cada vez que había pasado por una experiencia difícil y dolorosa. Me di cuenta de los gestos de afirmación de los demás. Entonces la dama estalló. Surgieron acusaciones y sentimientos de resentimiento. Todos ellos habían leído el libro y fueron citando pasajes que se refieren al Papa como un monstruo y que también describen a Satanás y los prelados conspirando para destruir la verdad. Lo notable fue que ellos no pusieron en duda los hechos históricos, pero sí la interpretación de los hechos, así como el tono general y las palabras "vitriólicas". Debo admitir que la defensa del libro en contra de estas acusaciones no fue fácil. Por supuesto, no quiero repetir esta experiencia. La distribución (del libro) en masa, me temo, causará una reacción similar. No creo que tener que enfrentarse a la gente furiosa, la prensa y tal vez el tribunal, acusado de distribuir literatura de odio, es necesariamente lo que Cristo tenía en mente cuando dijo que aquellos que serán perseguidos por causa de su nombre deberían considerarse bendecidos. Más allá de mi experiencia personal, he enumerado a continuación algunas razones por las que no estoy seguro de la sabiduría en la distribución masiva de El Conflicto de los Siglos. La longitud del libro: Es bien sabido que la lectura ya no es el pasatiempo favorito de nuestros contemporáneos. Además, la lectura de obras de carácter religioso ha pasado de moda hace ya mucho tiempo (incluso para los creyentes, que prefieren ver programas religiosos en la TV). Hoy en día, la comunicación debe ser rápida aunque sólo sea para mantener la atención. Pocas personas tienen o toman el tiempo para leer cualquier cosa a menos que sea "mensaje de texto", enviado por correo electrónico, en Facebook o Twitter. Los periódicos se están doblando por el descenso de los lectores. Yo creo que es mucho esperar que la gente se tome el tiempo para abrir un libro de seiscientas páginas o más, además de que, requiere al menos un interés pasajero en la historia europea. Postmodernismo: Occidente, en el mejor de los casos, muestra un interés muy limitado en la religión y las seculares Australia y Nueva Zelanda no muestran casi ningún interés en lo absoluto. Añádase a esto el hecho de que el postmodernismo rechaza cualquier idea que pretende reunir a grupos de eventos que no tienen vínculo natural entre sí e interpretarlos en términos de un tema común y atribuirles un significado. La mente postmoderna encuentra problemático aceptar lo que llama una meta-narrativa que se define como la explicación fundamental de un estado de cosas. La autora de El conflicto de los siglossólo hace eso cuando reúne los acontecimientos históricos que abarcan casi dos mil años y los incorpora a un concepto de gran panorámica que ella identifica como la guerra entre Dios y Satanás. Tan aceptable como pueda parecernos a nosotros como creyentes, este enfoque es muy sospechoso para muchos lectores contemporáneos. ¿Contiene errores? Eruditos adventistas han pasado mucho tiempo investigando nuestras creencias y prácticas. La mayoría de las veces la investigación confirma la doctrina que está bajo escrutinio, pero a veces los académicos son guiados a reconocer que las percepciones antiguas y una nueva luz exigen una reevaluación de algunas creencias. Con el tiempo el nuevo conocimiento se convierte en parte de nuestro sistema de creencias. Por lo tanto, muchos eruditos y bien informados miembros de la iglesia consideran un tanto pasado de moda algunas interpretaciones proféticas y creencias que se presentan en el libro. Tres ejemplos de ello son (1) las señales en el sol, la luna y las estrellas que datan de hace unos 200 años no se consideran indicativos de la proximidad de la Parusía, (2) la comprensión del Juicio Investigador, (3) que es Satanás y no Dios el que derrama las siete copas (Apocalipsis 16) sobre los malvados. La gente que podría optar por leer el libro probablemente sea el tipo de lectores que cuestionan algunos de los materiales teológicos y, al encontrar lo que quieren, rechazar el libro por completo. Como resultado de todo lo anterior, me temo que los botes de basura de nuestros países se llenarán con copias descartadas de El Conflicto de los Siglos. Eso sería una tragedia de hecho y desde luego no lo que Ellen G. White pretendía cuando fue publicado por primera vez. - El Pastor Eddy Johnson es el director de ADRA Blacktown y es pastor de dos iglesias en los suburbios de Sydney, Australia. [Este artículo ha sido traducido por Humberto Martínez. El artículo original en inglés apareció en Spectrum el pasado septiembre: Will 'The Great Controversy' Project Harm Adventism?] ES PARA PREOCUPARSE LO QUE DICE ESTE ARTICULO MIEDO A PUBLICAR LA VERDAD.